Gn 36.1-7 - "Un pueblo especial adquirido por Dios" - Serie Génesis No. 80

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INTRODUCCIÓN

Alguien ha mencionado que leer el capítulo 36 de Génesis es igual de interesante que leer un directorio o guía telefónica. Que son nombres y nombres que realmente no aportan mucho a la historia de las Escrituras.
Sin embargo, esta preciosa palabra de Dios, tiene un autor que maravilloso, que no tiene por objetivo narrar en las Escrituras sino transformar a través de Su Palabra.
Si Dios se revela a sí mismo en las Escrituras, ¿Qué es lo que quiere mostrar con la descendencia de Esaú? ¿Acaso podemos conocer más al Señor con este relato?
Y esta historia va a acercarnos a preguntas cruciales:
¿A dónde perteneces? ¿Quién eres? A veces podemos olvidar todo esto. ¿Sabes que no estás perdiendo 2 horas del día domingo hoy por estar acá? Esto es realmente quien eres, pero tal vez no estás consciente de esto hoy. Cuando el mundo disfruta del placer, amor a las riquezas, lograr sus sueños sin importar el medio ¿por qué para los creyentes parece que hay un camino lleno de dificultades? A veces olvidamos quiénes somos a causa de lo que atravesamos.
Pero así como nosotros lo olvidamos, también hace muchos años había un pueblo que lo había olvidado. El pueblo de Israel se había olvidado de quienes eran al ver los difíciles años en el desierto. Eran tan grandes los sufrimientos en el desierto, años y años atravesando, que parecía mejor la esclavitud de Egipto que la libertad en el desierto.
Entonces, Moisés escribió Génesis, para recordar a aquel pueblo que sufría en el desierto que ellos habían recibido las bendiciones espirituales más grandes e inimaginables que alguien puede recibir aún a pesar de las dificultades temporales que estaban atravesando. Ese es el objetivo de Génesis, recordar al pueblo “cómo Dios Verdadero los había tomado como pueblo suyo” y ese es el propósito también de Génesis capítulo 36.
¿Por qué se interrumpe la narración bíblica para mostrar una lista de nombres que a veces es tomado sin mucha importancia? Para Moisés y el pueblo de Israel sí tenía mucha importancia.
El capítulo de Génesis 36 es tan importante hoy en día como lo era en los tiempos de Moisés y el pueblo en el desierto.

EXÉGESIS Gn 36.1-7

Resumen:
La narrativa bíblica ha mostrado los hijos y descendientes de Jacob que formarán el pueblo de Israel.
También hemos visto cómo Isaac el padre de Jacob muere lleno de días y en el pacto de Dios. Había una preocupación por los hijos y continuidad del pacto, Rubén fue descalificado por fornicación y deshonra al padre, y Simeón y Leví por tener las manos manchadas con sangre, el primogénito de las bendiciones sería Judá.
Pero así como había una descendencia bendecida que estaba bajo las promesas de Dios, había un hombre, hermano de Jacob, llamado Esaú, que por decisión propia se había apartado de las promesas del Señor. La Biblia en este capítulo mostrará su descendencia.
Génesis 36:1 RVR60
Estas son las generaciones de Esaú, el cual es Edom:
El autor de Génesis Moisés, va a tomar una porción larga de las Escrituras para presentar a un hombre que es ajeno al pacto y al pueblo. Este es Esaú.
Moisés presentará a los descendientes de Esaú. De hecho, vamos a ver en 3 partes este capítulo. Primero, los hijos de Esaú o Edom, y luego, su familia, nietos y la generación que viene después de él, y finalmente, tercer domingo, todo el pueblo y reinos que viene de Esaú.
..el cual es Edom..” - Esto es importante porque la Escritura relacionará a Esaú y a su descendencia con “Edom”, que es el nombre puesto a Esaú. En la Escritura hay muchas profecías en contra de Edom.
Jacob había recibido un nombre nuevo que era Israel, esto quiere decir “príncipe de Dios” o en todo caso un pueblo con propósitos nuevos. Esaú es llamado Edom.
Pero, ¿Qué había sucedido con este hombre Esaú? ¿Por qué el pueblo en el desierto tenía que saber de Edom?
Génesis 36:2 RVR60
Esaú tomó sus mujeres de las hijas de Canaán: a Ada, hija de Elón heteo, a Aholibama, hija de Aná, hijo de Zibeón heveo,
Ada y Aholibama son 2 las esposas de Esaú en este versículo.
Esaú es un hombre que es controlado por sus pasiones carnales y no por las necesidades espirituales.
Esaú había introducido sangre cananea en el linaje de Abraham. Pese a que él había visto a su padre y a su madre bendecidos por Dios y viviendo en fidelidad, él había elegido para sí mujeres fuera del linaje bendecido.
Pero en sus pasiones desordenadas, este hombre no puede estar satisfecho con una esposa, sino que rompe las reglas divinas y elige dos mujeres para sí.
¿Qué sucede cuando rompes las reglas del matrimonio y el diseño original divino?
Las primeras dos esposas (al mismo tiempo) de Esaú, causaron gran dolor a los padres, como dice Gn 27.46:
Génesis 27:46 RVR60
Y dijo Rebeca a Isaac: Fastidio tengo de mi vida, a causa de las hijas de Het. Si Jacob toma mujer de las hijas de Het, como éstas, de las hijas de esta tierra, ¿para qué quiero la vida?
Las hijas del heteo son las que causaron gran dolor a Rebeca, la madre de Esaú.
Esaú no solo está tomando mujeres idólatras para sí, sin darse cuenta, está permitiendo que de sus hijos nazca un pueblo que siempre estará opuesto y en guerra violenta contra el pueblo de Jacob o Israel.
El impacto de nuestras decisiones son realmente grandes. No podemos medir en nuestra sabiduría y limitación humana toda consecuencia de nuestro pecado y malas decisiones.
Volvemos a Gn 36.2:
Génesis 36:2 RVR60
2 Esaú tomó sus mujeres de las hijas de Canaán: a Ada, hija de Elón heteo, a Aholibama, hija de Aná, hijo de Zibeón heveo,
“Ada…y Aholibama..” - Hay diferencias entre los nombres de las esposas de Edom o Esaú, ya que hay varios relatos de esto en la Escritura.
Se argumenta que las mujeres tienen otros nombres. De hecho se sabe que en el Antiguo Oriente las mujeres cambiaban de nombre al casarse.
Otro motivo puede ser que hay más esposas de las que se mencionan en la Escritura.
En todo caso, cualquiera sea el motivo, Esaú, ha mezclado el linaje de Abraham con el linaje impío o de idolatría.
Debemos volver al contexto del escritor de Génesis y al de su audciencia. Ahora el pueblo de Israel que está en el desierto, lamentando ser libres porque las condiciones son muy duras, ahora sabe que su linaje ha sido el escogido por Dios, y que hubo linajes que se mezclaron con los impíos y que tal vez están en condiciones mejores, ya que de ese pueblo vendrán reyes y reinos, pero estarán lejos del Señor.
Pero mientras la Ley del Señor para los israelitas del desierto dice que el hombre y la mujer son una sola carne y que estos siempre fueron los propósitos del Señor desde la creación, ahora Moisés muestra a Esaú como un hombre insatisfecho:
Génesis 36:3 RVR60
y a Basemat hija de Ismael, hermana de Nebaiot.
Esaú el hombre carnal no estaba satisfecho con dos esposas. Como hemos visto la Escritura anteriormente, los padres de Esaú están angustiados porque Esaú ha tomado como mujer y en realidad no solo a una, sino a dos hijas de los pueblos cananeos. Pero Esaú cuando se entera de esto, quiere como “corregirlo” tomando hijas del linaje de Abraham. Ismael era hijo de Abraham, el hijo que tuvo con la criada Agar y no era el hijo de la promesa o el pacto.
Esaú decidía no conforme a la sabiduría o a los propósitos de Jehová para el matrimonio, sino conforme a lo que él pensaba que era lo correcto.
¡Cuánta diferencia hay entre los caminos correctos de Jehová y los caminos lejos de la sabiduría! Por creer que hacemos bien a nuestra manera, podemos terminar haciendo las cosas mucho peor!
Así que volvemos al desierto. Ellos habían recibido la Ley del Señor de que el matrimonio es algo honroso entre dos personas, pero había personas que vinieron antes que ellos como Esaú, que vivieron lejos de los propósitos divinos. Esaú tuvo muchas esposas y vivía lejos del pacto de Dios.
Hoy día, parece que estamos viviendo entre muchos Esaús. El matrimonio cada vez es más despreciado, menos necesario, ya no es algo que honra al Señor, según las propias demandas del Señor. Sino que un hombre no satisfecho puede tomar varias mujeres y una mujer no satisfecha puede tomar varios hombres. El pensamiento de Edom, sigue presente en nuestra sociedad, y Dios sigue juzgando el pecado de Esaú como en aquel tiempo.
Pero si pensábamos que el mal de Esaú podía morir con la vida desenfrenada de Esaú, nos equivocamos. Sino que un pueblo se estaría formando de Edom:
Génesis 36:4 RVR60
Ada dio a luz a Esaú a Elifaz; y Basemat dio a luz a Reuel.
Para entender este versículo tenemos que recordar nuevamente la escena del desierto. Moisés está escribiendo el registro de Génesis por inspiración divina a una principal audiencia que es el pueblo de Jacob o Israel, quienes están atravesando circunstancias difíciles en el desierto, donde no parece haber mejores días que afrontar las condiciones duras mientras se anhela una tierra prometida, que parece nunca llegar.
¿Acaso era mejor quedarse en Egipto? ¿Por qué vagamos por el desierto cerca a 40 años cuando Dios ha prometido una tierra bendecida? ¿No somos nosotros la descendencia bendecida que Dios prometió a Jacob nuestro padre?
Ahora podemos entender mejor el propósito de Moisés y el aliento de Moisés al pueblo de Israel. HAY UNA DESCENDENCIA BENDECIDA y acaba de originarse con los hijos de Esaú, una descendencia que ha quedado fuera y al margen de las más grandes bendiciones.
Este versículo y este capítulo en realidad narra la descendencia no bendecida, apartada por causa de un hombre llamado Esaú.
"Ada dio a luz a Esaú a Elifaz..” - El primogénito de Esaú de la descendencia apartada o alejada de Dios nace y con él nacerá todo un pueblo lejos del Creador.
¿Y sabes? Tristemente hoy día, y en base a los datos del último censo, aunque datos pequeños y desactualizados, en Bolivia nacen 243.000 personas cada año, y ten por seguro, que la gran mayoría nace también en una casa y descendencia apartada y lejos de los propósitos del Creador.
Y esto quiere decir que cuando estas personas crezcan y puedan tener conciencia de sus acciones, serán cientos de miles de personas que estarán perdiéndose eternamente solo en nuestro país cada año.
En otras palabras, Moisés está diciendo a los israelitas, nosotros estamos en el desierto 40 años, pero somos de una descendencia bendecida que fue tomada por Jehová. ¿No es esto acaso mejor que la esclavitud de egipto, a la cuál muchos de ustedes gustarían volver?
“..y Basemat dio a luz a Reuel.” - También la otra mujer da a luz a otro hijo y entonces, tenemos a más hijos que potencialmente estarán creciendo en una casa apartados del pacto de las promesas divinas del Señor y Salvador.
Pero la descendencia de Esaú es todavía más grande:
Génesis 36:5 RVR60
Y Aholibama dio a luz a Jeús, a Jaalam y a Coré; estos son los hijos de Esaú, que le nacieron en la tierra de Canaán.
La segunda esposa también tiene hijos de Esaú y son 3: “Jeús, Jaalam y Coré”. Con esto ya son las 3 esposas que se mencionan que han tenido descendencia para Esaú.
Pero hay un problema y un problema muy grande adicional a todo esto:
“..que le nacieron en la tierra de Canaán..” - Estos hijos están naciendo en la tierra de Canaán, es decir, en tierra ajena. Esta tierra ha sido destinada para ser herencia de los hijos de Jacob. Esaú padre de los 3 hijos había vendido el derecho de las tierras porque eran del pacto de Dios cuando había menospreciado la primogenitura, y entonces estos hijos, están en la tierra equivocada por causa del padre.
Los hijos que nacen, no solamente nacen en una casa ajena al Señor, sino en una tierra ajena también.
Tan solo pensando en esto, podemos recordar una verdad de las Escrituras a modo de analogía. Todos nacemos en condiciones equivocadas: en la tierra equivocada, en la familia equivocada, condenados por el pecado heredado y por nuestro propio pecado. Sin embargo, podemos en vez de salir de la tierra de las promesas, por la sangre de Cristo ahora podemos acercarnos a la ciudad Santa, para tener herencia con los santos y estar en Cristo, habitar en la ciudad celestial para siempre; algo que no hizo Esaú ni la mayoría de su descendencia.
Una vez más debemos volver al contexto de Génesis y su autor. El pueblo de Israel lleva muchos años en el desierto y está en busqueda de una tierra, a donde Moisés por encargo de Jehová ha sacado al pueblo de Egipto para que hereden una tierra que después dirá La Escritura, tierra de la cuál fluye “leche y miel”. El pueblo está en el desierto, pero hay una promesa que les hace herederos y es una promesa de un Dios Verdadero y Vivo, que va a cumplirse. Pero, hubo gente que no pudo alcanzar esa promesa, y estaban en la tierra equivocada, como Esaú.
Y cuando estás en la tierra equivocada, solo puedes entonces irte de ella:
Génesis 36:6 RVR60
6 Y Esaú tomó sus mujeres, sus hijos y sus hijas, y todas las personas de su casa, y sus ganados, y todas sus bestias, y todo cuanto había adquirido en la tierra de Canaán, y se fue a otra tierra, separándose de Jacob su hermano.
"Y Esaú tomó sus mujeres, sus hijos y sus hijas..” -Esaú había vendido la primogenitura por un plato de comida a Jacob. Como lo hemos dicho: Parte de la herencia de la primogenitura es la posesión de la tierra. Esaú debe abandonar la tierra que es para Jacob y sus hijos.
..y todo cuanto había adquirido en la tierra de Canaán..” - El Señor había bendecido a Esaú. Estaba cumpliendo en hacer un pueblo grande de Esaú. Pero Esaú tenía en su corazón muchas otras cosas antes que el deseo espiritual de conocer a Jehová, sino que había dado libertad a los deseos de su carne y menospreciado la primogenitura, y finalmente parte y se separa de Jacob su hermano.
Y el argumento es presentado a continuación:
Génesis 36:7 RVR60
Porque los bienes de ellos eran muchos; y no podían habitar juntos, ni la tierra en donde moraban los podía sostener a causa de sus ganados.
Ambos hermanos crecían, pero uno por derecho tenía la tierra por heredad. Esaú había vendido no solamente la tierra, sino toda la herencia espiritual por un plato de “lentejas”. Mientras Jacob, la había deseado. El pueblo de Israel, está en el desierto, está caminando en busca de esa tierra, porque Dios está obrando en el transcurso de los años y la historia para que así sea según sus promesas.
..los bienes de ellos eran muchos..” - Se menciona que los bienes eran muchos y que ya no podían habitar juntos en la tierra y todo esto era cierto, pero también detrás de esto está la mano poderosa de Jehová, guiando a Jacob para que pueda habitar en esa tierra.

MEDITEMOS EN LA PALABRA

Moisés está relatando cómo el pueblo de Esaú iba a convertirse en una nación grande, próspera, con gran extensión de terreno y con muchos reyes (algo que se mostrará en este capítulo de Génesis), pero cómo a pesar de eso, desde Esaú, sus hijos, esposas, nietos y todos los que vinieron de él se perdieron lejos de las promesas y pacto de Dios, mientras que el pueblo del desierto, podía estar atravesando situaciones difíciles, sin tierra, pero tenían al Dios Vivo y Verdadero y por tanto estaban dentro del pacto y las promesas de Dios.

El pueblo adquirido por Dios, rescatado y partícipe de las bendiciones de Cristo, vive para los propósitos eternos del Señor.

Que importante es saber “quién es uno”, “quienes somos”, que importante es recordar que cuando nos estábamos perdiendo en el pecado, fuimos convertidos en pueblo de Dios por las promesas dadas a Abraham, que llevaba a Cristo. Esto es lo que Moisés estaba escribiendo al pueblo de Israel. Estaba mostrando que había un pueblo rescatado por el Señor del reino y esclavitud en Egipto, así como nos rescata del reino y la esclavitud de las tinieblas, cuando hay personas como la descendencia de Esaú, que aparentemente tendrán vidas más fructíferas, lejos del desierto, pero también lejos y ajenos a la promesa de Dios, perdiéndose en sus pecados eternamente.
Pero ¿qué hay de nosotros? Tal vez estamos atravesando un desierto también y tal vez ya son muchos años, pero nosotros aún en el desierto somos la adquisición más preciosa del Señor, adquisición con sangre de Jesucristo.
La historia de Esaú muestra como un hombre, un padre llamado Esaú, lejos del pacto de Dios, y quien lo había menospreciado, llevará a toda una descendencia, aunque grande, rica, y con reyes, lejos de la gracia del Señor.
A manera de aplicación ¿Qué quieres hacer tú? ¿Quieres volver a la esclavitud de Egipto, porque hay menos peligros, sufrimiento, dolor en ella? o acaso a pesar de estar en el desierto, ¿quieres seguir adelante sabiendo que eres pueblo escogido y santo de Dios?.
1 Pedro 2:9 RVR60
9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;

El pueblo adquirido por Dios vive según las leyes de Dios. El pueblo adquirido por Dios honra el matrimonio como la ha instituido el Señor.

Qué básico parece esta verdad extraída de las Escrituras. Pero aún siendo tan básica y lógica, es algo que olvidamos con frecuencia.
Esaú se equivocó en la vida, se equivocó en la poligamia, se equivocó en la honra al hogar, a la esposa, a los hijos, al SEÑOR, no lo hagamos nosotros. El pueblo adquirido por Dios vive según las leyes de Dios. Esaú transgredió una de las más importantes: el matrimonio, dando lugar a sus pasiones carnales.
El matrimonio es un regalo precioso del Creador y algo que lleva gloria a Su Nombre. El matrimonio es para honrar al Señor.
Hay situaciones que parecen ser muy malas y otras no tanto. Parece ser muy malo vivir en poligamia, creo que todos estamos de acuerdo, pero muchas veces otras tristemente situaciones del matrimonio no parecen ser tan malas como el yugo desigual. Usamos argumentos como que vamos a quedarnos ancianos, no habrá quien nos cuide, necesitamos compañía, y tal vez otros motivos, para transgredir la ley del Señor. Sin embargo, cuando entiendes que el matrimonio es parte del plan de Dios para la Gloria a Su Nombre, entonces dejas de pensar en saciar tus necesidades como lo hacía Esaú, a su propia manera para pensar como pueblo adquirido por Dios, que vive según las leyes de Dios.
Esposos, no seamos como Esaú, que vivía de forma impía, sino que honremos el plan y propósito del Señor para el matrimonio.
Esposas, no seamos como las mujeres de Esaú, que vivían de forma impía, sino que honremos el plan y propósito del Señor para el matrimonio.
Hebreos 13:4 RVR60
4 Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.
Y finalmente, aunque vamos a hablar más de esto en la siguiente oportunidad, hay una verdad de las Escrituras leídas que no podemos olvidar mencionar.

Menospreciar el pacto del Señor, va a alejarte a ti, a tu familia y a tus descendientes de las más grandes bendiciones de salvación eterna que únicamente hay en Cristo.

Esto es el fondo del capítulo, del libro y de las Escrituras.
Esaú no tuvo prioridad en temas espirituales, sino como vimos en otras oportunidades, Esaú prefirió la carne y saciar el cuerpo que la primogenitura que llevaba a las bendiciones de Cristo.
Pero tristemente, Esaú, no se alejó del pacto solito, sino que lo hizo juntamente a todos o la mayoría de sus hijos y descendientes. Vivieron lejos de las bendiciones de Salvación a la humanidad.
Tenemos que entender que el pecado, la carne, la fornicación, todo lo profano no conduce a la vida, sino a verdadera muerte.
No vamos a ver a Esaú en el cielo. No vamos a la mayoría de sus descendientes en el cielo. ¿Acaso es también esa nuestra historia?
Hebreos 12:16 RVR60
16 no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura.
Sí, puedes quedarte lejos de la herencia del Señor, puedes no ser partícipe del pueblo especial y adquirido por el Señor a través de Jesucristo. El desierto que estás viviendo, tal vez muchos años en él, tal vez puede hacerte volver a la tierra de Egipto, pero ahora sabemos, que hay una descendencia alejada del reino de Dios, condenada en sus pecados, y una descendencia de Jacob, una descendencia espiritual, que viene por la fe y el arrepentimiento de pecados.
¿A qué casa espiritual perteneces? ¿A la de Abraha, Isaac y Jacob o a la de Esaú? No vayas a arrastrar a los que más amas, a tu familia, a tus pequeños a una vida sin Cristo.
Pero si quieres venir a Cristo, entonces, ÉL está llamando hoy a que seas desde hoy parte de su pueblo especial.
Juan 6:37 RVR60
37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.
Vayamos a Jesucristo. Oremos.
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